
El año pasado surgió con fuerza un nuevo concepto en TI: hiperconvergencia. La infraestructura hiperconvergente es una solución de infraestructura de cómputo virtualizada, que combina de manera fluida varios servicios de centros de datos en un único dispositivo. Se trata de un diseño basado en software, integrado por componentes de hardware del tipo x86, donde se combinan hipervisor, cómputo, almacenamiento y conmutación de almacenamiento, con otros servicios como protección de datos, todo en el mismo stack. Esto elimina la necesidad de componentes discretos y habilita una mejora en la eficiencia operativa. Esta infraestructura permite un alto nivel de automatización, y todo el conjunto es soportado por el mismo proveedor tecnológico.
La hiperconvergencia permite tener una aplicación con todo en uno de dos maneras. La primera con un esquema de consolidación e interacción de diferentes elementos en las redes y servidores. Esta infraestructura solo necesitará conectarse a la red y luego a la plataforma con una dirección IP para comenzar a habilitar los servicios que al final requerirán poca integración.
Lo más complejo es tomar los diferentes elementos de storage y server e integrarlos entre sí, más aún cuando son diferentes proveedores.
De la segunda manera puede usar el esquema llamado software IFAI network, que se emplea cuando las aplicaciones están divorciadas completamente del esquema y lo que se necesita es contar con una base de datos que converja con un servidor y a la vez disponerla para el resto de los usuarios.